Diseases & Conditions
Radiculopatía cervical (nervio pinzado) (Cervical Radiculopathy [Pinched Nerve])
La radiculopatía cervical, que suele llamarse “nervio pinzado”, se produce cuando un nervio del cuello se comprime o irrita en el área donde se ramifica desde la médula espinal. Esto puede provocar un dolor que se extiende al hombro o al brazo, así como debilidad y entumecimiento muscular.
La radiculopatía cervical generalmente se genera por cambios relacionados con el "uso y desgaste" en la columna a medida que envejecemos, como la artritis. En las personas más jóvenes, la causa suele ser una lesión repentina que provoca hernia de disco. Sin embargo, en algunos casos, no hay episodios traumáticos relacionados con el inicio de los síntomas.
En la mayoría de los casos, la radiculopatía cervical reacciona bien a tratamientos conservadores, como los medicamentos o la fisioterapia.
Anatomía
La columna está formada por 24 huesos llamados “vértebras”, que se sitúan uno encima del otro. Estos huesos se conectan para formar un canal que protege la médula espinal.
Las siete vértebras pequeñas que marcan el comienzo en la base del cráneo y forman el cuello componen a la columna cervical.
Estas son otras partes de la columna:
Médula espinal y nervios. Estos “cables de electricidad” viajan por el conducto vertebral y transportan mensajes entre el cerebro y los músculos. Las raíces nerviosas se ramifican desde la médula espinal a través de las aberturas de las vértebras (el foramen).
Discos intervertebrales. En el interior de sus vértebras hay discos intervertebrales flexibles. Su función es absorber los golpes al caminar o correr.
Los discos intervertebrales son planos y circulares, y tienen aproximadamente media pulgada de grosor. Están formados por dos componentes:
- Anillo fibroso. Es el anillo exterior del disco. Es rígido y flexible.
- Núcleo pulposo. Es el centro del anillo. Es blando y gelatinoso.
Causa
A medida que los discos envejecen, pierden altura y comienzan a sobresalir. También pierden contenido de agua y se vuelven más rígidos.
La radiculopatía cervical suele surgir por los cambios degenerativos que se producen en la columna a medida que envejecemos o a raíz de una lesión que provoca hernias o protuberancias en el disco intervertebral.
Cambios degenerativos. A medida que los discos de la columna envejecen, pierden peso y comienzan a sobresalir. Además, pierden contenido de agua y empiezan a secarse y a volverse rígidos. Este problema provoca la sedimentación o el colapso de los espacios entre los discos y la pérdida de altura en dichos espacios.
A medida que los discos pierden altura, las vértebras se acercan cada vez más unas a otras. El cuerpo reacciona al colapso de los discos formando más huesos, denominados “espolones óseos”, alrededor del disco para fortalecerlo. Estos espolones óseos contribuyen a la rigidez de la columna vertebral. Incluso pueden reducir el foramen — las pequeñas aberturas de cada lado de la columna vertebral, donde salen las raíces nerviosas — y pinzar la raíz nerviosa.
Los cambios degenerativos en los discos se suelen denominar “artritis” o “espondilosis”. Estos cambios son normales y les suceden a todas las personas. De hecho, cerca del 50 % de las personas de mediana edad y más tienen discos desgastados y nervios pinzados que no provocan síntomas dolorosos. Se desconoce el motivo por el cual algunos pacientes tienen síntomas y otros, no.
Hernia de disco. Un disco se hernia cuando su centro gelatinoso (el núcleo) se desplaza hasta empujar el anillo exterior (anillo fibroso). Si el disco está muy desgastado o lesionado, el núcleo puede desplazarse completamente. Cuando sobresale hacia fuera del conducto vertebral, el disco herniado ejerce presión sobre la raíz nerviosa sensible, lo que causa dolor y debilidad en el área a la que el nervio abastece.
Las hernias de disco suelen producirse al levantar o empujar objetos, al inclinarse o al hacer movimientos de giros.
Síntomas
En la mayoría de los casos, el dolor de una radiculopatía cervical comienza en el cuello y se desplaza hacia abajo por el brazo en el área abastecida por el nervio dañado. Este dolor generalmente se describe como agudo o punzante. Algunos movimientos del cuello, como extender o esforzar el cuello o girar la cabeza, pueden aumentar el dolor. Otros síntomas:
- Cosquilleo o sensación de “pinchazos” en los dedos de la mano o en la mano.
- Debilidad muscular en el brazo, el hombro o la mano.
- Pérdida de sensibilidad.
Algunos pacientes informan que sienten menos dolor cuando se colocan las manos arriba de la cabeza. Este movimiento puede liberar la presión sobre la raíz nerviosa temporalmente.
Examen médico
Examen físico
Luego de conversar sobre sus antecedentes médicos y su salud en general, su médico le hará preguntas sobre los síntomas. Luego, le examinará el cuello, los hombros, los brazos y las manos y buscará signos de debilidad muscular, falta de sensibilidad o posibles cambios en sus reflejos.
También puede que el médico le pida hacer algún movimiento con los brazos o el cuello para intentar recrear o aliviar los síntomas.
Pruebas
Radiografías. Estos estudios ofrecen imágenes de estructuras densas, como los huesos. Las radiografías muestran la alineación de los huesos a lo largo del cuello. También pueden mostrar si existe alguna reducción del foramen y daños en los discos.
Tomografías computarizadas (computerized tomography, CT). Una CT es más detallada que una radiografía y puede ayudar al médico a determinar si se han formado espolones óseos cerca del foramen en la columna cervical.
Imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI). Estos estudios crean mejores imágenes de los tejidos blandos del cuerpo. Las MRI del cuello pueden mostrar si la compresión de los nervios ocurre por daños en los tejidos blandos, como protuberancias o hernias de disco. También puede ayudar a los médicos a determinar si existen daños en la médula espinal o en las raíces nerviosas.
Electromiografía (EMG). Una electromiografía calcula los impulsos eléctricos de los músculos en posición de descanso y durante las contracciones. Generalmente se hacen estudios de conducción nerviosa junto con la EMG para determinar si un nervio funciona con normalidad. En conjunto, estas pruebas pueden ayudar al médico a determinar si sus síntomas se generaron por presión sobre las raíces nerviosas de la médula espinal o por daño en los nervios, o bien por otra afección que dañe los nervios, como la diabetes.
Tratamiento
Es importante aclarar que la mayoría de los pacientes que padecen de radiculopatía cervical mejoran con el tiempo y no necesitan tratamiento. En el caso de algunos pacientes, el dolor desaparece relativamente rápido, en cuestión de días o semanas. En el caso de otros, puede tardar más tiempo.
También es frecuente que, una vez que mejora, la radiculopatía cervical vuelva a aparecer en el futuro. Pero, aunque esto ocurra, generalmente mejora sin ningún tratamiento específico.
Sin embargo, en algunos casos, la radiculopatía cervical no mejora. Es necesario que estos pacientes sean evaluados y reciban tratamiento.
Tratamiento no quirúrgico
El tratamiento inicial para la radiculopatía cervical no es quirúrgico. Las opciones de tratamiento no quirúrgico son las siguientes:
Collar cervical blando. Se trata de un anillo acolchado que envuelve el cuello y se ajusta con Velcro. Puede que su médico le aconseje usar un collar cervical blando para que los músculos del cuello descansen y se limiten sus movimientos. Esto puede ayudar a disminuir el pinzamiento de las raíces nerviosas que acompañan el movimiento del cuello. Los collares blandos solo se deben usar por períodos breves, ya que, a largo plazo, pueden disminuir la fuerza de los músculos del cuello.
Fisioterapia. Existen ejercicios específicos que pueden ayudar a aliviar el dolor, fortalecer los músculos del cuello y mejorar la amplitud de movimiento. En algunos casos, se puede usar la tracción para estirar suavemente las articulaciones y los músculos del cuello.
Medicamentos. En algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a mejorar los síntomas.
- Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (non-steroidal anti-inflammatory drugs, NSAID). Los NSAID, como las aspirinas, el ibuprofeno y el naproxeno, pueden aliviar el dolor si la causa es la inflamación o irritación de los nervios.
- Corticoesteroides orales. Un tratamiento breve con corticoesteroides por vía oral puede aliviar el dolor reduciendo la inflamación y la hinchazón alrededor del nervio.
Inyección de esteroides. En este procedimiento, se inyectan esteroides cerca del nervio afectado para reducir la inflamación local. La inyección puede colocarse entre las láminas (inyección epidural), en el foramen (inyección selectiva de raíces nerviosas) o dentro de la articulación facetaria. Aunque no alivien la presión sobre el nervio provocada por un foramen estrecho o por protuberancias o hernias de disco, las inyecciones de esteroides pueden reducir la hinchazón y aliviar el dolor por un tiempo suficiente para permitir que el nervio se recupere.
Narcóticos. Estos medicamentos se reservan para los pacientes que tienen un dolor agudo que no se alivia con las demás opciones. Los narcóticos generalmente se recetan para un período limitado.
Tratamiento quirúrgico
Si, después de un tiempo, los tratamientos no quirúrgicos no alivian los síntomas, puede que su médico le recomiende una cirugía. Existen varios procedimientos quirúrgicos para tratar la radiculopatía cervical. El procedimiento que su médico le recomiende dependerá de varios factores, como los síntomas que usted tenga y la ubicación de la raíz nerviosa afectada.
Más información sobre cirugías para radiculopatía: Radiculopatía cervical: opciones de tratamiento quirúrgico (Cervical Radiculopathy: Surgical Treatment Options)
Last Reviewed
octubre 2021
Contributed and/or Updated by
AAOS does not endorse any treatments, procedures, products, or physicians referenced herein. This information is provided as an educational service and is not intended to serve as medical advice. Anyone seeking specific orthopaedic advice or assistance should consult his or her orthopaedic surgeon, or locate one in your area through the AAOS Find an Orthopaedist program on this website.