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Periostitis tibial (Shin Splints)

La periostitis tibial es un problema frecuente que ocurre con el ejercicio. El término “periostitis tibial” hace referencia al dolor en el extremo interno de la espinilla (tibia).

Este dolor aparece generalmente después de la actividad física y suele estar asociado al ejercicio de correr. Cualquier actividad deportiva intensa puede provocar periostitis tibial, en especial si recién está comenzando un programa de acondicionamiento físico.

Hay unos métodos sencillos que pueden aliviar este dolor. El descanso, el uso de hielo y la elongación suelen servir. Tener cuidado de no extralimitarse en la rutina de ejercicio ayudará a prevenir la reaparición de la periostitis tibial.

Descripción

La periostitis tibial (síndrome de sobrecarga tibial medial) es una inflamación de los músculos, los tendones y el tejido óseo alrededor de la tibia. El dolor generalmente se produce a lo largo del borde interno de la tibia, donde los músculos se pegan al hueso.

La periostitis tibial suele producirse en el extremo interno de la tibia (espinilla).

Reproducido y adaptado con autorización de Gruel CR: Lower Leg, in Sullivan JA, Anderson SJ (eds): Care of the Young Athlete. Rosemont, IL, American Academy of Orthopaedic Surgeons, 2000.

Causa

En general, la periostitis tibial ocurre cuando el músculo y el tejido óseo (periostio) de la pierna trabajan en exceso por la repetición de actividad.

Este dolor puede ocurrir después de cambios repentinos en la actividad física. Pueden producirse cambios de frecuencia, como un aumento en la cantidad de días que ejercita por semana. Los cambios en la duración y la intensidad, como correr mayores distancias o en cuestas, también pueden provocar periostitis tibial.

Estos son algunos otros factores que contribuyen a la periostitis tibial:

  • Tener pie plano o arcos con una rigidez anormal.
  • Ejercitar con zapatos inadecuados o desgastados.

Las personas que corren tienen un mayor riesgo de sufrir dolor en las espinillas. Los bailarines y los reclutas del ejército son dos grupos a los que también se les diagnostica con frecuencia esta afección.

El pie plano puede aumentar la presión que se ejerce sobre los músculos de la parte inferior de la pierna en el ejercicio.

Síntomas

El síntoma más frecuente de la periostitis tibial es el dolor a lo largo del borde de la tibia. También puede producirse una hinchazón leve.

El dolor de la periostitis tibial puede:

  • ser agudo y similar a una navaja, o bien sordo y punzante;
  • ocurrir durante el ejercicio y después de él;
  • agravarse al tocar el lugar del dolor.

Examen médico

Luego de hablar sobre los síntomas y los antecedentes médicos, el médico le examinará la parte inferior de la pierna. Es muy importante que el diagnóstico sea preciso. A veces, pueden existir otros problemas que pueden afectar la recuperación.

El médico puede pedirle pruebas de diagnóstico por imágenes adicionales para descartar otros problemas de la tibia. Hay distintas afecciones que pueden provocar dolor de la tibia, como fractura por sobrecarga, tendinitis y el síndrome compartimental crónico por ejercicio.

El médico le examinará la parte inferior de la pierna y hará pruebas de dolor y sensibilidad a lo largo del borde interno de la tibia (espinilla).

Fractura por sobrecarga

Si la periostitis tibial no responde al tratamiento, quizás el médico quiera asegurarse de que usted no tenga una fractura por sobrecarga. Una fractura por sobrecarga está conformada por pequeñas roturas en la tibia originadas por el esfuerzo y la sobrecarga.

Las pruebas de diagnóstico que generan imágenes de la anatomía ayudan a diagnosticar estas afecciones. Por lo general, un estudio de imágenes por resonancia magnética (magnetic resonance imaging, MRI) y un estudio óseo muestran las fracturas por sobrecarga en la tibia.

Tendinitis

Los tendones conectan los músculos con los huesos, y la tendinitis ocurre cuando estos tendones se inflaman. Esto puede ser doloroso, al igual que la periostitis tibial, en especial si existe un desgarro parcial en el tendón involucrado. Las MRI pueden ayudar a diagnosticar la tendinitis.

Síndrome compartimental crónico por ejercicio

Existe una afección poco común denominada “síndrome compartimental crónico por ejercicio” que provoca síntomas similares a los de la periostitis tibial. El síndrome compartimental es una afección dolorosa que ocurre cuando se acumula presión en el interior de los músculos hasta llegar a niveles peligrosos. El síndrome compartimental crónico por ejercicio se produce por el ejercicio. El dolor suele aliviarse al poco tiempo de interrumpir la actividad.

Las pruebas utilizadas para diagnosticar esta afección implican calcular la presión interna de los compartimientos de la pierna antes y después del ejercicio.

Tratamiento

Tratamiento no quirúrgico

Descanso. Debido a que la periostitis tibial suele producirse por la sobrecarga, el tratamiento habitual implica varias semanas de descanso de la actividad que provocó el dolor. Se pueden sustituir los tipos de actividad aeróbica de menor impacto durante la recuperación, como nadar o usar una bicicleta fija o elíptica.

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los medicamentos, como el ibuprofeno, la aspirina y el naproxeno, reducen el dolor y la hinchazón.

Hielo. Use compresas de hielo durante 20 minutos por vez, varias veces al día. No se aplique el hielo directamente sobre la piel.

Compresión. El uso de vendas de compresión elásticas puede evitar que aumente la hinchazón.

Ejercicios de flexibilidad. Estirar los músculos de la parte inferior de la pierna puede ayudar a sentirse mejor en las pantorrillas.

Zapatos con apoyo. El uso de zapatos bien acolchonados en las actividades diarias ayudará a reducir la sobrecarga en las pantorrillas.

Ortopedia. A las personas que tienen pie plano o problemas recurrentes de periostitis tibial puede resultarles útil el uso de artículos ortopédicos. Las plantillas ortopédicas pueden ayudarle a alinear y estabilizar los pies y los tobillos, lo que quita la sobrecarga de la parte inferior de la pierna. Los artículos ortopédicos se pueden mandar a fabricar a medida para cada pie o se comprar prefabricados.

Reanudación del ejercicio. La periostitis tibial suele solucionarse con descanso y con los tratamientos sencillos que se describieron anteriormente. Antes de volver a hacer ejercicio, debe haber estado sin dolor por al menos 2 semanas. Tenga en cuenta que, cuando vuelva a hacer ejercicio, deberá hacerlo con un nivel más bajo de intensidad. No debe ejercitarse con la misma frecuencia o duración que antes.

Asegúrese de entrar en calor y de estirar bien antes de hacer ejercicio. Incremente la actividad física de a poco. Si comienza a sentir el mismo dolor, deje de hacer ejercicio de inmediato. Use una compresa fría y descanse por uno o dos días. Vuelva a hacer ejercicio con menor intensidad. Incremente la actividad física más de a poco que antes.

Tratamiento quirúrgico

Muy pocas personas necesitan someterse a cirugía para tratar la periostitis tibial. Las cirugías se realizan en casos muy graves que no responden al tratamiento no quirúrgico. No obstante, no se sabe con certeza cuán efectiva es la cirugía.

Prevención

Estas son algunas cosas que puede hacer para prevenir la periostitis tibial.

Use zapatos deportivos con un calce adecuado. Para encontrar el calce adecuado, debe determinar la forma del pie con la “prueba del pie mojado”. Salga de la bañera y apoye el pie sobre una superficie donde se plasme su huella, como una bolsa de papel madera. Si tiene pie plano, verá la impresión de todo el pie en el papel. Si tiene un arco pronunciado, solo verá el antepié y el talón. Cuando vaya a comprar, busque un zapato deportivo que coincida con el patrón específico de su pie.

Además, use zapatos diseñados para el deporte que practique. Correr distancias extensas usando calzado urbano puede contribuir a la periostitis tibial.

Desarrolle su nivel de aptitud física de a poco. Incremente la duración, la intensidad y la frecuencia de su rutina de ejercicios en forma gradual.

Entrenamiento cruzado. Alterne el trote con deportes de menor impacto, como la natación o el ciclismo.

Correr sin zapatos. En los últimos años, se ha vuelto popular correr sin zapatos. Muchas personas afirman que esto les ha ayudado a resolver la periostitis tibial. Algunas investigaciones indican que, al correr sin zapatos, la sobrecarga del impacto en los músculos se dispersa y las distintas áreas quedan alivianadas. Sin embargo, no existen datos claros que indiquen que correr sin zapatos reduzca el riesgo de sufrir lesiones.

Así como cualquier otro cambio significativo en su rutina de acondicionamiento físico, un programa que implique correr sin zapatos debe iniciarse muy gradualmente. Empiece con distancias cortas para que los músculos y los pies tengan tiempo para adaptarse. Hacer demasiado esfuerzo para correr a distancias largas o demasiado rápido puede provocar riesgos de lesiones por sobrecarga. Además, las personas que corren descalzas tienen un mayor riesgo de sufrir cortes o moretones en los pies. Hay disponibles varias marcas de zapatos minimalistas “con dedos marcados”, que requieren un tipo de ejercicio lento a medida que el cuerpo se adapte a esta actividad distinta.

Si la periostitis tibial no mejora después del descanso y de los otros métodos que se describieron anteriormente, consulte a un médico para determinar si hay algo más que le provoque dolor en la pierna.

Last Reviewed

abril 2021

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