Diseases & Conditions
Conmoción cerebral en el deporte (Sports Concussion)
Las conmociones cerebrales son lesiones cerebrales traumáticas. Ocurren en una amplia variedad de deportes y afectan a deportistas de todos los niveles, desde los pertenecientes a pequeñas ligas hasta los profesionales.
La conmoción cerebral en el deporte se ha convertido en un problema significativo. En los últimos años, ha llegado a los titulares con informes sobre las consecuencias de volver a jugar demasiado pronto, como también sobre los hallazgos de las investigaciones sobre los efectos a largo plazo de la lesión.
Reconocer la conmoción cerebral y proporcionar el tratamiento adecuado es de especial importancia para los deportistas jóvenes, ya que habitualmente la recuperación total les lleva más tiempo que a los adultos.
Además, los entrenadores, los padres y los administradores escolares deben tener en cuenta que la conmoción cerebral causa una amplia variedad de síntomas y puede interferir no solo en la participación deportiva, sino también en la escuela y las relaciones sociales. La mayoría de los deportistas se recuperan completamente de la conmoción cerebral, y comprender los diversos síntomas puede ayudar en el proceso de recuperación.
Descripción
A pesar de muchos intentos por parte de los expertos, no hay una definición clara de conmoción cerebral. No está claro si cualquier daño en el cerebro ocurre por una conmoción cerebral. Las pruebas de diagnóstico por imágenes, como las exploraciones por tomografía computarizada (TC) y por imágenes por resonancia magnética (IRM), no suelen detectar los daños cerebrales (como contusiones o sangrado) en pacientes con conmoción cerebral.
Sin embargo, la conmoción cerebral afecta temporalmente la manera en que el cerebro funciona y procesa información. Por ejemplo, después de una conmoción cerebral, el paciente puede tener dificultades con el equilibrio y la coordinación, la memoria y el habla.
Por lo general, los síntomas de la conmoción cerebral duran poco tiempo. La mayoría de las personas se recuperan en un plazo de 7 a 10 días. Desafortunadamente, una vez que un deportista sufre una conmoción cerebral, tiene un riesgo mayor de padecer otras. Las conmociones cerebrales reiteradas pueden tener consecuencias a largo plazo, por lo que es esencial prevenirlas.
Causas
“Conmoción” proviene de la palabra en latín concusses y significa sacudir violentamente. Una conmoción cerebral ocurre cuando una fuerza causa que el cerebro se mueva hacia atrás y hacia adelante con rapidez dentro del cráneo. Esto puede producirse por un golpe directo o un golpe en el cuerpo que hace que la cabeza gire rápidamente.
A pesar de que algunos deportes tienen una incidencia más alta de conmoción cerebral (como el fútbol americano, el hockey sobre hielo y el fútbol), las conmociones cerebrales pueden ocurrir en cualquier deporte o actividad recreativa.
Síntomas
Debido a las posibles consecuencias a largo plazo de las conmociones cerebrales en el deporte, es importante que los deportistas, los entrenadores y los padres sepan tanto como sea posible sobre cómo reconocerlas.
Los síntomas no siempre son evidentes. Si bien normalmente se asume que las conmociones cerebrales causan pérdida del conocimiento, muchas personas con conmoción cerebral no presentan este síntoma.
La conmoción cerebral puede causar diversos síntomas. Estos pueden manifestarse de inmediato o demorarse varios días después de la lesión. Algunos síntomas son físicos, como la somnolencia. Otros son cognitivos, como la pérdida de memoria. En muchos casos, las personas con conmoción cerebral están más sensibles de lo habitual.
Los síntomas más frecuentes de la conmoción cerebral incluyen los siguientes:
- Somnolencia
- Dolor de cabeza
- Pérdida del conocimiento
- Pérdida de memoria
- Irritabilidad
- Confusión
- Problemas de equilibrio, mareos
- Sensibilidad a la luz (fotofobia)
- Dificultad para hablar y comunicarse
- Dificultad para mantener la concentración mental
- Depresión
- Náuseas y vómitos
- Cambios en los patrones de sueño
Examen médico
Durante la evaluación, su médico le hará preguntas sobre la lesión y cómo ocurrió. Podría preguntarle cuán fuerte fue la fuerza y si perdió el conocimiento o tuvo pérdida de memoria después del golpe. Es de especial importancia que le cuente al médico si antes tuvo otras conmociones cerebrales.
Es posible que el médico le haga un examen neurológico para evaluar el equilibrio, la coordinación, la vista, la audición y los reflejos.
Pruebas de diagnóstico por imágenes
Las exploraciones por imágenes por resonancia magnética (IRM) y por tomografía computarizada (TC) les proporcionan a los médicos imágenes detalladas del cráneo y el cerebro. Como se mencionó anteriormente, los resultados de las exploraciones por IRM y TC suelen ser normales en los pacientes con conmoción cerebral, por lo que estas pruebas, por lo general, no son útiles para diagnosticar la lesión.
Si el examen neurológico sugiere problemas, como problemas en la vista, su médico le indicará exploraciones por imágenes. Además, si sus síntomas empeoran con el tiempo, las exploraciones por IRM y TC son importantes para guiar el tratamiento.
Evaluación neuropsicológica
Las pruebas neuropsicológicas ayudan a medir los efectos de la conmoción cerebral en las capacidades mentales. Este tipo de evaluación se puede hacer utilizando pruebas computarizadas o durante una sesión con un neuropsicólogo.
Las pruebas proporcionan información valiosa sobre una variedad de funciones mentales, como la memoria a corto y largo plazo, la atención y la concentración, la resolución de problemas y el habla.
Evaluación del equilibrio
Durante varios días después de la conmoción cerebral, muchos deportistas pierden el equilibrio al estar de pie. Las pruebas de equilibrio son una manera que tienen los médicos de evaluar cuán bien funciona la parte del cerebro que controla el movimiento.
Hay varias pruebas de equilibro que el médico podría utilizar, así como tecnología más sofisticada de plataformas de fuerza. Las plataformas de fuerza son instrumentos que miden la fuerza al estar de pie, correr, saltar y hacer otras acciones. Por lo general, tienen forma rectangular y pueden utilizarse en un dispositivo independiente o conectarse a máquinas que se asemejan a equipos para hacer ejercicio, como cintas para caminar o escaladoras.
Tratamiento
La clave para recuperarse de una conmoción cerebral es el reposo relativo. Esto incluye no solo el reposo físico, sino también el reposo mental. Leer, trabajar en la computadora, jugar videojuegos e, incluso, ver televisión deben hacerse de manera moderada hasta que hayan desaparecido todos los síntomas.
Antes, el tratamiento de la conmoción cerebral consistía en el “tratamiento de nido”, en el que el deportista dejaba de hacer cualquier actividad por completo. Sin embargo, este enfoque resultó ser menos que óptimo.
Hoy en día, en 2 o 3 días, la mayoría de las personas comienza a hacer ejercicios aeróbicos subumbrales (ejercicios supervisados que no agravan los síntomas) con un aumento gradual de la intensidad según se tolere, siempre que los síntomas no empeoren. Entre los ejemplos de ejercicios aeróbicos subumbrales se incluyen caminar, trotar o montar una bicicleta fija. Actualmente, la investigación clínica respalda que la rehabilitación activa puede acelerar la recuperación y mejorar la salud mental. La clave es dejar que los síntomas guíen el tratamiento.
Vuelta al juego
Volver a jugar demasiado pronto lo pone en riesgo de tener otra conmoción cerebral.
Si tiene otra conmoción cerebral antes de recuperarse de la primera, puede llevar mucho más tiempo para que desaparezcan los síntomas y puede tener problemas a largo plazo, como dificultades en el aprendizaje y dolores de cabeza crónicos. Si bien no sucede con frecuencia, una conmoción cerebral reiterada puede causar daño cerebral permanente e, incluso, la muerte.
Recomendaciones
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que un médico evalúe y autorice a los deportistas jóvenes que tengan una conmoción cerebral antes de que vuelvan a hacer deporte. La Academia Estadounidense de Neurología ofrece una recomendación similar y hace hincapié en que los médicos que autoricen a los deportistas a volver a hacer deporte deben estar capacitados en el control y la evaluación de conmociones cerebrales en el deporte.
Evaluaciones iniciales de referencia
Dado que es difícil determinar si una conmoción cerebral se recuperó por completo, la evaluación neurocognitiva inicial de referencia es una herramienta importante para evaluar si es seguro que el deportista vuelva a jugar. Antes de que comience la temporada deportiva, cada deportista se realiza una prueba computarizada que mide las funciones cerebrales, como la memoria y el tiempo de reacción. Si posteriormente el deportista tiene una conmoción cerebral, las pruebas después de la lesión se pueden comparar con la evaluación inicial de referencia para medir la gravedad de la conmoción cerebral y ayudar a los médicos a controlar la recuperación.
Además, las evaluaciones previas a la temporada pueden ayudar a identificar a deportistas que hayan tenido conmociones cerebrales sin identificar y que estén en riesgo de padecer conmociones cerebrales nuevas. Por ejemplo, las lesiones previas en la cara o el cuello pueden estar acompañadas de una conmoción cerebral no reconocida.
Prevención
Si bien la prevención de lesiones comienza con el equipo adecuado, no existe tal cosa como un casco o protector bucal a prueba de conmociones cerebrales. Por eso, es esencial que se capacite a los deportistas jóvenes en técnicas deportivas seguras (como no usar la parte superior del casco para hacer un placaje en el fútbol americano) y para que sigan las reglas del juego.
Muchos deportistas minimizan los síntomas para volver a jugar. Entender las consecuencias a largo plazo de las conmociones cerebrales reiteradas es una parte importante de la prevención. Recientemente, diversas organizaciones médicas y deportivas han desarrollado programas de concientización sobre conmociones cerebrales para deportistas, entrenadores y padres. Estos programas educativos cumplen un rol fundamental para ayudar a reconocer las conmociones cerebrales y prevenir las lesiones reiteradas.
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marzo 2024
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